Instalar fuentes de energía renovable, gestionar el tratamiento de los residuos o mejorar los sistemas de aislamiento son algunas de las prácticas más destacadas entre las construcciones industriales más eco-friendly. Porque así no solo reducen costes, también combaten contra el cambio climático y se transforman en mejores lugares donde trabajar. 
 
Ya hemos aprendido que el futuro será verde o no será. La sostenibilidad hace años que ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una necesidad si queremos que el planeta prospere. Hay que reducir los residuos que generamos y la energía que se consume y asegurar que los recursos naturales sobrevivan. Para esos, todos tenemos mucho que aportar. Incluidas las empresas y sus espacios. 
 
No es de extrañar, entonces, que la sostenibilidad en la arquitectura industrial avance a paso firme. Y lo hace confiando en los beneficios medioambientales y económicos que tiene trabajar en un entorno cuidado, seguro y sostenible. Las edificaciones están optimizándose y el uso de energía renovable o de materiales eco forman parte de su día a día. 

Y no hablamos solo de oficinas, también pensamos a lo grande y es que las naves industriales deben dar respuesta a la importante necesidad de cambiar de mentalidad y apostar por la ecología en la construcción o diseño industrial. 

Para hacer una nave industrial más sostenible se pueden mejorar ciertos aspectos que ayuden a optimizar su funcionamiento y, a su vez, reducir su impacto medioambiental. En primer lugar, se recomienda la instalación de sistemas de iluminación inteligentes -cambiar a tecnología LED puede llegar a suponer un gran ahorro en luz- y de paneles solares. Apostar por fuentes de energía renovables es otra gran opción para reducir costes.

Para combatir la crisis climática, también es crucial apostar por la reutilización y reciclaje de materiales, por mejorar la regulación térmica del espacio con, por ejemplo, termostatos programables y un buen aislamiento en paredes, techos y suelos. Pequeñas transformaciones con resultados más que evidentes.

Otra mejora: aprovechar las ventajas de la digitalización. Pensemos cuánto papel se puede eliminar en las tareas del día a día si se automatizan ciertas operaciones. En este sentido, el Internet de las Cosas o la robotización está transformando el funcionamiento y la gestión de las naves industriales y mejorando no solo su productividad, también su seguridad, por ejemplo.

En definitiva, poco a poco, los espacios industriales se van adaptando al contexto eco-friendly y a sus nuevas normativas. De hecho, existe una gran variedad de certificados de sostenibilidad para empresas como el LEED, HQE o VERDE que avalan si los edificios cumplen las exigencias fijadas para ser una construcción sostenible.

Así que si estás buscando una nave industrial donde dar rienda suelta a tu negocio e implantar todas estas medidas, déjate asesorar por expertos como Servihabitat. Tienen a tu disposición un catálogo de naves industriales disponible.