Son miles las empresas en España que desarrollan su actividad en una nave industrial. No es de extrañar que la demanda de este activo inmobiliario siga creciendo, año tras año, y la oferta cada vez escasee más. Interesa, sobre todo, a negocios de logística, construcción o a centros de datos. Son un tipo de organización que necesita espacios amplios para sus productos o maquinaria.

Así que, si tu negocio necesita un espacio amplio, diáfano y bien comunicado, debes plantearte las ventajas de una nave industrial. En España hay muchas construidas, pero también tienes la opción de construirla desde cero. Así vas a poder adaptarla y personalizarla al máximo.

Es decir, podrás diseñar una nave industrial que solucione todas tus necesidades y las de tu día a día. Y, si decides instalarla en un polígono industrial, los beneficios son innumerables. Estas zonas, alejadas de los centros urbanos, son un gran polo de atracción del talento y permiten crear sinergias y ampliar contactos.

Pero ¿qué es más conveniente? ¿Instalarse en una nave ya construida o construir tu propio espacio desde el principio? Los inversores, cada vez más, apuestan por este tipo de activo que, con poco tiempo, es capaz de dar grandes rentabilidades y muchos beneficios, y todo empieza con un suelo vacío.

Para calcular cuánto cuesta construir una nave industrial desde cero hay que considerar algunos aspectos. En general, este cálculo de precio se establece en función de los metros cuadrados de la nave, pero aun así los costes pueden cambiar mucho dependiendo de distintas variables como la localización o el tipo de suelo.

Entre los principales factores que influyen en el precio está el terreno en sí o los acabados. Si quieres construir una nave industrial lo primero que necesitas es un terreno adecuado. Aquí podrás escoger el tamaño, la ubicación, etc. Y, claro está, supone una primera inversión.

Luego, llegará el momento de diseñar el espacio: las dimensiones y qué tipo de estructura prefieres, el tipo de cubierta, los materiales, instalaciones eléctricas y todo lo que necesite este espacio para acoger, a diario, una buena carga de trabajo. Todo ello influenciará mucho en el precio total del metro cuadrado.

En este momento, puedes jugar más con el presupuesto que variará mucho en función de tus decisiones y las calidades. También hay que tener en cuenta el precio de la mano de obra y de los profesionales que se necesitarán para levantar este proyecto.

La recomendación, antes de invertir en una nave industrial, es analizar todas estas variables y ver si esta compra resultará rentable o no. No hay que olvidar, además, otros costes asociados como las tasas urbanísticas, impuestos y el registro. Si la construcción desde cero de una nave industrial se escapa de tu presupuesto siempre puedes optar por una nave industrial prefabricada que tendrá un precio algo menor.

Una última cosa. Si vas a construir una nave industrial aprovecha para hacer un espacio totalmente sostenible. Tu bolsillo, el planeta y posibles inversores te lo agradecerán. Para ello, puedes instalar sistemas de iluminación inteligentes o paneles solares, por ejemplo. Así podrás optimizar tu negocio y, a la vez, reducir el impacto medioambiental que genera. 

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